miércoles, 23 de noviembre de 2011

Bajo un techo, pintado por un realista del siglo XVIII


Toda la aventura comenzó un perfecto jueves, el jueves pasado precisamente. Alexis me invito a ver unos conciertos en CU ( Ciudad Universitaria), los conciertos comenzaban a las 16.00, así que quedamos a las 15.00 en metro Copilco, a diez minutos andando de mi casa. Llegue algo tarde y para cuando llegue allí me esperaban Alexis y Isaac. Nos dirigimos hacia la facultad de Filosofía en la que estudian ellos, no sin antes pasar a comprar algo para tomar, yo no quise pero ellos se animaron a tomar unos SKY (vodka + zumo de arándanos o algo así). No es que fueran los mejores conciertos en los que he estado, pero estuvo divertido que era de lo que trataba. Fueron dos grupos que tocaron en un escenario montado encima de un autobús, como no podía ser de otra manera patrocinado por Red Bull. El primero fue un grupo, que hacia música electrónica, pero desde guitarras, batería, teclados y sintetizadores. El segundo era un señor llamado Silverio, o que se hace llamar Silverio, un hombre bastante loco y curioso que pinchaba música electrónica e insultaba al publico, mientras el publico lanzaba objetos hacia el, para que no nos asustáramos, nos aclararon que en todos los conciertos es así y que se toma como parte del espectáculo.
    Ese mismo jueves como de costumbre hubo cena en mi casa a la que como siempre no pude asistir por que los jueves a las 22.15 tengo partido de fútbol 7. En esta ocasión tuvimos la suerte de ganar el partido pese a un nefasto partido mío y ademas cuando llegue a casa Eila me ofreció lasaña que ella y Maria habían preparado esa tarde y tuve la suerte de disfrutar de un pedazo de lasaña de carne y otro de verduras, ambos riquísimos ( entre las verduras no se incluía espinacas, si no no habría comido). Ellos ya tenían planeado viajar el viernes al desierto de San Luis Potosi, a un pueblito llamado Wadley. En un principio yo decidí viaja con ellos, pero el viernes me raje. Pues bueno la cuestión es que tanto hablaban del viaje y de las botas picudas tribales que allí podríamos tener la oportunidad de ver, que me sume al viaje. Así pues el el siguiente día viernes, tocaba comprar el saco, esterilla y preparar la mochila, saldríamos a las 22.00 de esa noche de metro copilco hacia la estación de autobuses del norte. Allí compraríamos los boletos y a las 23.55 saldría el autobús. Lo mágico comenzó en Matehuala, ciudad donde teníamos que coger una combi, esta para llegar a Wadley. Eran las 8 de la mañana y hasta las 12 no salía ninguna ha este pueblo. Esto es Mexico y como éramos 8, pagando un poco más a uno que solo iba a otro pueblo, nos llevaba a Wadley. Casualidades de la vida, mientras cargábamos las maletas llegaron dos chicos Navarros, que estaban de vacaciones para 2 meses en Mexico y nos los encontramos en una combi para ir a un pueblo de unos 100 habitantes, increíble. Para más casualidad, era amigo de uno de los integrantes de nuestro viaje, Mikel, de Urretxu. Estos se habían conocido dos años atrás en Mexico y habían viajado juntos a ese mismo pueblo. Una vez en Wadley, un pueblo tal y como imaginas por su nombre, pequeño, en el desierto y donde tranquilamente podrían transcurrir las aventuras de Lucky Luk o cualquier película del oeste, de hecho en el pueblo de alado se rodó la película The Mexican de Brad Pitt. Las casas estaban construidas de adobe y parecía que si algún día lloviera, cosa que parecía poco probable, se derretirían todas. Las casas vistas desde enfrente, parecían de dos dimensiones o que solo era un muro y hacia falta moverse para asegurarse de que realmente eran casas en tres dimensiones.
    El primer día, el sábado, paseamos por el desierto en busca de salsa (peyote), que es lo que fuimos a buscar al viaje. El peyote es un cactus alucinógeno que utiliza un tribu mexicana desde siempre para sus rituales. Al comerlo debe hacer sentir una sensación onírica, bienestar, tranquilidad y paz o algo así. El sábado en varias horas de búsqueda solo encontramos uno, y hacían falta tres para cada uno. Como veíamos difícil encontrar peyote en ea zona decidimos ir a Real de 14, que nos habían dicho que allí ahí gente que se les paga y te llevan a un lugar donde hay, pero esa noche después de alguna chela a cuenta de Emilio ( Botín, puesto que a Hodei le acababan de dar la beca del banco Santander y el invito a las chelas (cervezas)), nos encontramos con Asier, el navarro que encontramos en Matehuala y nos dijo a donde ir cerca de donde estábamos alojados y encontraríamos peyote seguro. Así pues el domingo fuimos donde nos dijo y en 20 minutos encontramos suficiente para todos. Buscamos un lugar tranquilo y con sombra para comerlos, y fue debajo de un árbol a lado de un ex-lago, tremendamente seco, con las típicas grietas de sequía. Allí todos comimos nuestra ración de 3 peyotes aproximadamente. Fue una pena que solo les hizo efecto a dos, a los que les encanto la experiencia. A mi me hubiera gustado que me hubiera hecho efecto, es la primera vez que me atrae probar una "droga" y en mi casa bien saben que desde pequeño me atrae mucho todo lo relacionado con tribus indígenas. Creo que hubiera sido tremendo que me hubiera hecho efecto ya que el sitio en si ya era mágico. Me hubiera encantado compartir ese momento de comer peyote con mi padre (ama ya lo siento, otras veces me acuerdo mas de ti pero...). Durante toda la tarde el cielo fue totalmente azul con cuatro nubes encima de las montañas rocosas, que realmente parecían dibujadas sobre el cielo. Cuando el sol dispuso a esconderse, los colores que pintaban el cielo eran totalmente surrealistas con una increíble gama de colores, azules, verdes, amarillos, naranjas, rojos, rosas, increíble. Encima de todos estos colores un poco ladeadas a la derecha seguían las cuatro nubes dibujadas, que aportaban un mayor toque de magia al momento. Me acorde de mucha gente que me gustaría que hubieran vivido ese momento y sensaciones ademas de mi padre, mi madre, Pablo, Heitor, Axel, Paulo, Aran, Luisma y Jon Ferrera, fue de los que me acorde, lo siento por los demás. Probablemente la magia se hubiera multiplicado si el peyote hubiera hecho el efecto deseado. A medida que avanzábamos hacia el pueblo, el sol se escondía mas y mas, hasta que se hizo de noche y nuestro azul cielo se convirtió en una negra cúpula llena de estrellas. Muchísimas estrellas, la vía láctea, planetas, constelaciones y los aviones que nos sobre volaban.


   Un viaje realmente mágico, del que por desgracia no tengo fotos del día mas mágico.      

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Laborategia.







Esto fue un trabajo de la asignatura llamada Laboratorio del año pasado. En este trabajo colaboramos Ibon Fernandez y yo. Yo desde un principio venia trabajando sobre el tema del surf, el skate e intentando relacionarlo con el arte. Ibon por su parte, en la primera parte del curso realizo un trabajo totalmente distinto. Mi trabajo empezó dedicado a la escultura e hice varias maquetas y dos esculturas de olas, que fueron mi elemento de investigación durante la mayor parte del curso.
    Una vez terminada esta parte de investigación y ya con una nota asegurada decidí seguir con este mismo tema y buscar cosas relacionadas que hubieran hecho artistas con mas o menos reconocimiento. En esta segunda parte de investigación fue donde comencé a colaborar con Ibon, puesto que el también había terminado con su trabajo y tenia una nota asegurada. Ademas, en mi investigación me encontré con el Tarp Surfing y al intentar hacer un video de esta modalidad, necesite ayuda de mucha gente, Dani Azpitarte, Guillermo Gutierrez e Ibon Fernandez, que es donde comenzó nuestra colaboración.



 El tarp-surfing, como muestro en uno de los vídeos que debajo os pongo, consiste en imitar una ola con una lona y surfear esa ola con un skate, long board o cualquier cosa similar. Lo que yo hice fue un intento muy casero y que tengo ganas de repetir con mas fe con las cosas mejor pensadas. Después de mucha horas de trabajo y de varios vídeos gravados, perdí casi todos los vídeos, todo el mejor material de filmación, casi todo mi trabajo y todo lo que me ayudaron mis compañeros se fue al garete. Fue una muy gran decepción para mi, ya que me gustaba mucho el tema que estaba trabajando. Aun y todo, conseguí hacer un vídeo con las tomas que no perdí y así pude presentar algo ante mis compañeros y el profesor. Ese video no lo tengo aquí, supongo y espero que este guardado en el  ordenador de mi casa.
    Esto solo fue el comienzo de la segunda parte de la investigación. Después del fiasco del vídeo de tarp-surfing, decidimos empezar a buscar vídeos ya hechos y editados por otras personas y lo que nosotros haríamos seria, organizar un festival de vídeos de surf o skate, e incluso llegamos a pedir permiso para utilizar su vídeo al colectivo Democracia, cosa que yo no voy ha hacer para este blog. En este festival de vídeos que se iba a dar en la entrada de la facultad de bellas artes de Leioa, de donde somos estudiantes. La idea era poner una tela blanca y un proyector y proyectar allí los vídeos. Los vídeos serian los siguientes: Skate for Lakai ( Spike Jonze), Carabanchel ( Democracia ), Skate by Spike Jonze ( Spike Jonze), The Denver Shop, The woods skateboarding ( Spike Jonze), Havaianas welcomes fall 2010, Fair bits, We are surfers.
   Entre todos los vídeos suman 33 minutos aproximados de vídeo, que se repetirían una y otra vez. Esta investigación también me sirvió para conocer al artista Raymond Pettibon, el cual sigo mucho e imito muchas veces dibujos suyos.